El Perú y la República portuguesa guían sus relaciones externas por principios compartidos, como el respeto a las soberanías de los estados, la cooperación internacional para el desarrollo, la solución pacífica de las controversias. Comparten la convicción que, en la actual situación internacional, es imperativo defender y consolidar el multilateralismo, especialmente a las Naciones Unidas y sus acciones en favor de la paz y seguridad internacional, el respeto a los derechos humanos y la promoción de la democracia, el desarrollo social inclusivo, la preservación y puesta en valor del patrimonio cultural material e inmaterial, y la estrategia para el cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible.

En ese contexto, llevan a cabo un diálogo permanente y consultas periódicas diplomáticas a través de diversos mecanismos: las visitas presidenciales, los encuentros de cancilleres, el mecanismo de negociación y consulta a nivel de vicecancilleres, y la acción de sus respectivas embajadas.

Asimismo, sus visiones compartidas para promover una gobernanza mundial basada en el respeto al derecho internacional, el respeto a la dignidad de todos los seres humanos y el desarrollo económico con inclusión social, se efectúan en foros internacionales compartidos como las cumbres iberoamericanas y el diálogo entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC).